Desde que tengo memoria, la noche, aunque me desvele, ha sido la mejor consejera que he tenido.
Por ejemplo, a las 6 de la tarde, mis ideas no fluyen con naturalidad, tal vez sea porque me haga falta alcohol, unas cuantas lágrimas o que sea de noche...o tal vez, las 3.
Y no miento, pueden pasar casi 4 para que llegue de la noche y pueda comenzar a escribir como loca y sacar a flote todo lo que siento.
En Twitter, suelo escribir en menos de 140 caracteres, expresiones que me abarcan todo un día y a veces toda una vida. Con este blog espero expresar más que eso y no sólo "intentar desahogarme", sé que nunca seré lo que quiero ser y no entiendo mi mente ni porque soy dueña de ella.
Entonces digo, la noche como mi consuelo del alma, mi consejera del corazón y mi danzante del cuerpo.
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