En el mundo 1.0, soy la cosa más rara que exista en mi mundo; un ser demasiado extrovertido, siempre feliz, nada depresivo y frecuentemente activo. En el mundo 2.0 soy expresiva...sobre todo en 140 caracteres. Sí, es twitter donde escribo la mayoría del tiempo.
Amo ver las parejas por la calle amándose y expresando todo ese cariño que se tienen, obvio, el cariño sincero y no exhibicionista con besos y arrumacos incómodos, digo, es su forma de amarse, pero no es la forma que amo en que se amen, ¿me explico? Bueno, esas parejas ya sean viejitas, jóvenes o maduras, difruto de verlas ser felices una al lado de la otra, me gusta imaginar cómo hubiera sido la vida si aún te tuviera a mi lado; imaginar que podríamos ser como elos, ser el complemento perfectamente incompleto, esa necesidad de sentirte en las noches en que estabas ahí pero ausente conmigo en el cielo, dibujando figuras con las estrellas, viajando entre constelaciones y regresar de tantos kilómetros con tan solo una llamada o un beso al aire, capturarlo y guardarlo en mi bolsillo para cuando necesitase uno, te besara.
Como dije, no soy Maná, pero tengo el corazón espinado; tiene las espinas de todas las flores que fueron regaladas. Amar la forma en que otras personas aman y no poder amarte es una tortura de espinas para mi corazón.

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